Os acordáis cuando podíamos pasarnos horas practicando el
deporte que nos diera la gana que no hacía falta estirar, ni calentar ni
empezar suave para poder terminar a tope?
yo por aquel entonces no entendía
que los profesionales del deporte, que son los que uno tiene como referencia se
lesionaran por un mal calentamiento o por no estirar.
Ahora con el paso del tiempo y el leve deterioro que va
sufriendo el cuerpo por el paso de los años, no se me ocurre empezar a correr
sin calentar o sin terminar un entreno estirando, y eso porque? Pues porque la
experiencia ya me ha demostrado que si no lo hago lo pagaré al día siguiente
con dolores en la piernas, sensación de pesadez o incluso con alguna micro-rotura.
Y es que pensamos que tendremos veinte años toda la vida y
no es así, y en mi caso como soy un poco inconsciente a la hora de hacer
deporte me doy cuenta que ya no los tengo a base de palos, en forma de
lesiones, y entonces pongo remedio y me aplico más a la hora de recuperarme.
Pero supongo que es por la educación deportiva que hemos
tenido los de nuestra generación, me refiero a que nuestros padres hicieron
deporte de jóvenes pero un poco a su aire, el fútbol era en la calle, con
pelotas cosidas a mano y zapatos que no botas. Nosotros ya hemos tenido otra
calidad deportiva, más recursos y más información pero aun así en según qué
aspectos continuamos un poco verdes. Pondré un ejemplo, para practicar triatlón primero busqué información en internet sobre clubes, tiendas de material,
planes de entrenamiento, distancias en cada segmento, consejos sobre
alimentación, recámbios y reparación del material etc… pero información para la
recuperación de mi cuerpo, para que si estoy hecho un toro!!!
Tengo un amigo, Albert Arias, que es masajista. Sinceramente
yo era de los que no creía en esas chorradas, pensaba que los masajes de
recuperación era una pijada para los que tenían pasta y querían tirar su
dinero, como los que se compran cremas para no envejecer? Pues lo mismo. Pero
él me ha enseñado o digamos que me ha educado de forma que sepa apreciar que es
tan importante comprarte unas buenas zapatillas para correr como que de tanto
en tanto pases por la consulta y te haga una puesta a punto muscularmente
hablando.
Pensareis, este lo que quiere es hacer publicidad de su
colega y nos la está colando por toda la escuadra. Sí, estoy haciendo
publicidad y qué? El que vayáis luego a
un masajista o no es cosa vuestra. Os puedo decir que después de un mes en el
que me di más caña de lo normal y acumulé varios kilómetros en las piernas, fui
a verlo pero sin mucha fe, me notaba las piernas pesadas, torpes y al estirar
parecía que se fueran a romper mis músculos. Una hora y unos cuantos gritos
después cuando me puse en pie y me pregunto “que, como te notas?” flipé, la
sensación de ligereza en las piernas era genial es como cuando te acostumbras a
llevar una carga a tu espalda y de pronto te la quitas.
He entendido que es igual de importante tener cuidado con el
material deportivo como con el cuerpo, de nada sirve comprarse una bici de 3000
euros si duermes en un colchón de veinte años. Así que yo de vosotros cada
cierto tiempo (eso ya cada uno y su economía) visitaría a un masajista para que
nos hiciera una puesta a punto, que ya no tenemos 20 años.
Aquí os dejo su contacto por si no conocéis ningún
masajista:
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