lunes, 14 de julio de 2014

La guinda a una temporada divertida

Hay que ver como pueden cambiar las cosas en un mes y una semana, más o menos. Este es el tiempo que separa un fracaso de una victoria deportiva y anímica. Estoy hablando de mis dos últimos triatlones. En este tiempo he intentado entrenar físicamente y mentalmente este deporte, pero siempre te quedan dudas, esas que hasta que no te plantas el día de la competición no desaparecen.

Un mes en el que, no importaba el lugar donde estuviera, si entrenando, en casa o en el trabajo, siempre buscaba motivaciones, pensamientos positivos o recursos para afrontar la sección de agua del triatlón. He leído artículos, trucos, incluso blogs sobre maneras y actitudes que me ayudaran a enfocar de otra manera la competición marina. Y os preguntareis, pero te da miedo el agua o nadar? para nada, disfruto un montón, de hecho no soy nada perezoso a la hora de los entrenamientos en la piscina, es más, hago más metros de los que tengo planeados en los entrenos porque me encuentro agusto, lo que me pasa es que mi mente se bloquea. Intentaré explicarme, cuando estoy en la salida de una carrera a pie, antes de empezar, me hago un repaso mental de el recorrido, imágenes de calles o referencias por las que iré pasando hasta llegar  a meta, eso hace que me haga una idea de la distancia y a la vez que sea realista de lo que voy ha hacer. Bien, cuando estoy en la playa, miro la boya más lejana, y la distancia que la separa de la orilla, no se bien lo que me pasa pero me ansío, y los pensamientos negativos me desbordan, de tal manera que pienso que no lo conseguiré y prefiero no participar.

Pero ayer fue diferente.

Como os podéis imaginar, tocó madrugar, todos a las seis en pie. No había pasado buena noche, sólo conseguí dormir dos horas y media, pero intentaba que mi actitud fuera positiva. Llegamos a las siete a la Vila Olímpica, y enseguida dejé el material en boxes, intenté buscar referencias para saber donde estaban mis cosas una vez volviera del agua. Miré el reloj y aun faltaba una hora para que empezara la competición así que nos fuimos a la playa a esperar. Durante ese rato intentaba no ponerme nervioso pero es imposible, las dudas te pueden. Ya en la salida llega ese momento en el que haces balance y miras las boyas, el recorrido, la gente que esta calentando dentro del agua y por mi mente pasa la idea de abandonar...
Pero recuerdo cosas que he leído, que los pensamientos negativos no me ayudan, empiezo a escuchar al Spiker que da las consignas de como pasar las boyas y justo dice las palabras que yo quiero escuchar "primer objetivo es la primera boya, cuando la tengáis os dirigís a la segunda y dejándola a vuestra izquierda os encaráis ya dirección a la playa" no se porque me relajé, baje a la orilla, me moje las piernas y esperé.

Llegó la hora, dieron la salida, y deje pasar a los que tenían prisa, me metí en el agua y empecé a nadar. Cambié varias cosas para esta ocasión, la primera las gafas, eran unas de cristal sin polarizar, que me permitían ver más claro, tanto, que durante toda la competición pude ir viendo el fondo, y la segunda fue la respiración, hacía más aspiraciones de lo que acostumbro en los entrenos, si normalmente tomo aire cada cuatro brazadas, aquí  lo hacia cada dos.  Los primeros metros mi mente sólo pensaba en que no me rindiera, en llegar a la primera boya, y llegué, primer objetivo alcanzado, vamos a por la segunda, seguí nadando, y ya no pensaba en rendirme, me notaba cómodo, como en los entrenos, no me costaba desplazarme y sin darme cuenta ya me estaba encarando hacia la playa. Nada, nada, nada y de pronto ya estaba pisando el fondo de la orilla, y el primero que me recibió fue mi amigo Albert (luego me explicaron que todo había sido una estrategia logística para poder hacerme las fotos jajajaja) Después vi a mi mujer y a mi hermano. Mi cara en la foto creo que lo dice todo, a partir de ese momento,  fue todo un disfrute.

El resto de triatlón fue fugaz para mi, el hecho de haber superado la sección de agua hizo que el resto de prueba fuera en una nube. La bici  tendría que trabajarla mucho más, se que pierdo mucho tiempo, y mi fuerte que es la carrera, ayer me la tomé con calma, con mucha calma, incluso me puse a hablar con un compañero de trabajo que me encontré también compitiendo. Ayer no iba a  hacer tiempos, primero iba a derrotar los fantasmas del agua y si lo conseguía a disfrutar de la última prueba de la temporada y os aseguro que lo hice con creces.

De cara a la próxima temporada tengo tres pruebas muy claras, la primera es el nacimiento de Martina, que si todo va bien será para octubre, y es un nuevo "reto" que se nos plantea a mi mujer y a mi, el cual nos hace muchísima ilusión. El segundo será prepararme para hacer la media de Barcelona y el tercero será la Maratón de Barcelona, todo lo que caiga de más será porque los peques me dejen hacerlo.

Pongo fin a esta temporada que como siempre ha sido completa, emocionante, divertida y muy agotadora, pero dicen que sarna con gusto no pica, y estoy muy orgulloso de como lo he hecho, sin entrenador, con mi fuerza de voluntad y buscando siempre información para no caer en la monotonía y seguir aprendiendo. Esta temporada he bajado de tiempo en los 10 km, he terminado mi primera maratón y he participado en dos triatlones y lo mejor de todo es que me lo he pasado de miedo.

Gracias, gracias y mil gracias a ti, Patri, por dejarme hacer todas estas cosas, con todo lo que conlleva, horas de entrenamientos, madrugones, frío, lluvia, por aguantar mis chapas sobre deporte, mis bajones de ánimos si las cosas no me salian como yo quería etc... y siempre habéis estado ahí, sin ti no habría hecho ni la mitad de la mitad. Por eso te quiero!!!