lunes, 24 de marzo de 2014

después de la resaca...

Después de la semana pos-maratón, sólo quedan sensaciones y dolores musculares jajaja. Una semana en la que no he dejado de darle vueltas a la carrera, en que he fallado?, que podía haber hecho mejor?, porque no había conseguido mi objetivo?, que si lo hice, pero no en el tiempo que deseaba. Y siempre llego al mismo callejón sin salida, que era mi primera maratón, que no me ha enseñado nadie a correrla, y que por mucho que haya leído sobre como preparar o correr una carrera de larga distancia, hasta que no la sufres en tus carnes no lo sabes casi todo. Si es verdad que cuando terminó la carrera no estaba muy contento del resultado obtenido, si, había terminado una maratón, pero no en el tiempo deseado, ahora, pasados unos días, la reflexión a la que llego, es que lo hice muy bien, y que para el año que viene lo haré mejor seguro.

Esta semana pos-maratón  ha sido un poco extraña, muy cansado, el lunes  me levanté con unas agujetas en piernas y brazos, como si el domingo hubiera empezado a correr después de no haberlo hecho en años. Supongo que el estar cuatro horas corriendo es la causa de esos dolores. Pero seré un poco masoca o no, pero ese dolor hasta me llegó a gustar, ya que me recordaba que era consecuencia de un reto alcanzado y me llenaba de alegría. Está claro que ni lunes ni  martes entrené, el miércoles empecé a nadar, otra vez, después de estar casi dos meses sin pisar la piscina, y pensé que estaría mucho peor. La verdad que los primeros metros fueron raros pero el cuerpo es sabio y enseguida encontré el ritmo.

No volví a entrenar hasta el domingo, que hice rodillo en casa. Es un artilugio esto del rodillo que para la gente como yo, que nos da miedo salir  a la carretera en bici nos ayuda a poder entrenar. Está claro que no es lo mismo, ya que en casa no tienes ni subidas ni bajadas, pero el rodillo tiene diferentes resistencias las cuales te hacen que tengas que esforzarte y sudar la gota gorda. He de reconocer que hay que salir a carretera para poder coger fondo, pero cuando haga mas calorcito jajaja. Pues lo dicho, me monté el rodillo, la bici y a pedalear una horita a ritmo suave y semana terminada.

Como no ha habido mucho entreno esta semana, no penséis que no he hecho nada. El miércoles empecé a leer un libro (uno que me regalo el peke para el día del padre) de un tal Ricardo Abad. Se llama, 52 ironmans en 52 semanas. Ojo, uno por semana!!!. Bueno, he de decir que este Ricardo es una bestia parda, y el libro me esta gustando mucho, más por como lo cuenta que por lo que cuenta. Luego, también, me he apuntado al primer triathlon de esta temporada, el del Canal Olimpic, pero como soy un desesperado, sólo miré la fecha y me apunté, sin mirar si por horario laboral sería posible hacerlo, y por esas cosas de la vida no podré, ya que esa semana trabajaré de noche y la competición es el sábado por la mañana, así que mi gozo en un pozo. Pero bueno ya le tengo echado el ojo a un par de triathlones para el mes de junio y julio.Y por último, gracias a Josa, otro runner, por descubrirme un grupo de runners con una filosofía algo parecida a la mía,  The red runners. Es un grupo de corredores los cuales compiten por no hacer la peor marca en una misma carrera y claro está, el último del grupo en pasar por meta tiene una penalización (simbólica), el último paga las bravas. Contento por formar parte de este grupo, así que en una carrera si veis  una camiseta roja con Redrunners por delante y en la espalda "el último paga las bravas" si no soy yo, es uno de los mios.

Y después de la maratón que? pues hay muchas más cosas, por lo pronto en dos semanas ya estoy liado otra vez con la liga championchip, que desde enero no participo en ninguna de sus carreras. Es la cursa del Corte Ingles. No es la carrera que más me guste, pero lo que decía en otras entradas, hay que hacerla. Desde hace unos años, la organización se lo  trabaja mejor y a los corredores que tenemos chip nos hacen salir antes que los que no lo tienen. Pero aún así creo que se podría mejorar. Y no soporto a los "listillos" que se ponen en la curva de Pso de Gracia y C/ Aragón y se incorporan a la carrera como el que se cuela en la cola del super. Salid como todo el mundo desde la salida!!!

Y en tres semanas llega mi carrera. La competición por la que estoy todo el año dale que te pego ha esto de correr. La Cursa dels Bombers. Es la primera carrera que hice cuando empecé a correr y le tengo un cariño especial a parte de que la organiza Nike y se lo curra un montón con tu diploma y tu dvd al final. Pero esto no quita que no tenga puntos a criticar, como por ejemplo el precio, o esta regla que tiene de reservar dorsales dos días antes de abrir inscripciones para unos corredores. Que luego el disparo de salida es el mismo para todos!!!.

Y lo sorprendente de la semana ha sido el ir a comer a un restaurante (El Racó de l'Agüir) que conozco a los dueños desde que yo era pequeño y al final de la comida  al hablar con Ferrán, un artista como cocinero,él se interesa por mi resultado en la maratón y me dice que va siguiendo mis publicaciones (como no hacerlo, si soy un pesado ajajaja) y me comenta que su padre era un "loco" de las maratones, cuando esto del correr aún no era una moda, y hablando hablando, en una conversación de apenas diez minutos, su padre, me da una solución para las rampas y me comenta que me hará un plan para hacer la maratón en menos tiempo. Donde menos te los esperas hay un corredor para echarte un mano.

martes, 18 de marzo de 2014

Zurich Marató de Barcelona

Meses de entrenamientos, de madrugones, de dejar de hacer siestas después de llegar de trabajar, de horas de no estar con la familia, de cansancio, de dolores musculares, de kilómetros recorridos, con frío, sol, lluvia etc... todo para conseguir un sueño, terminar una maratón, "La Maratón", la de mi ciudad, y si encima la puedes acabar en el tiempo que te has marcado, que más se puede pedir.

La Maratón empezaba a las 6:30 de la mañana cuando me sonó el despertador, un desayuno ligerito y a las siete y media salíamos de casa para llegar a la salida donde habíamos quedado con mas supporters. Ya colocado en mi cajón, con el resto de corredores, te das cuenta que ya no hay vuelta atrás, ni quieres que la haya, estoy confiado, he entrenado duro y el optimismo me lleva a pensar que quizás puedo ir más rápido de lo que tengo planeado y así hacer menos tiempo del que tengo pensado. Primer error, me marco un gran objetivo para no haber corrido nunca una carrera tan larga, muy ambicioso. Donde queda ese pensamiento que tuve cuando me apunté? disfrutar, acabarla y aprender.

A las 8:30 dan la primera salida, yo no lo haría hasta seis minutos después. Empiezo a correr dejando Pl. España y a todos los que han venido a animarme a mi espalda. Me hago un primer chequeo y me siento bién, cómodo. La velocidad que llevo es un km por encima de lo que había planeado y me noto pletórico, adelantando a otros corredores y eso aún me anima más. Este es mi segundo error, si me había marcado ir a cinco minutos el km, como había entrenado, porque no seguir el plan? supongo que por arrogancia y poca experiencia, y eso se paga.

El paso por los diez primeros kilómetros me dice que llevo un tiempo espectacular, cinco minutos por debajo del tiempo que tenia previsto y primer avituallamiento donde podías encontrar agua y bebidas isotónicas, y cojo una botella y bebo un baso de isotónica, voy a mil y me noto invencible, me digo a mi mismo que he sido un cobarde al no haber corrido una Maratón antes. Tercer error, me había marcado no beber hasta el km 15, hasta no haber sudado verdaderamente y necesitar hidratarme , consecuencia de haberlo hecho antes, que el flato llegó y en el km 12 me tuve que parar a caminar y respirar. No sería la única vez.

Ese parón no me preocupaba, llevaba un margen ámplio que me permitía poder parar y caminar para recuperar. Llegué a Paseo de Gracia y empecé a notar que mi cuerpo ya no estaba tan fresco, pero era una sensación que estaba esperando, todo dentro de lo normal, mi velocidad ya había bajado un poco pero dentro de lo aceptable, aún me mantenía dentro del tiempo previsto.

Comienzo a subir por meridiana y empieza mi calvario, dicen que el muro empieza en el km 30, pues a mi me llegó en el 20. Mi mente hizo un clik y pasé de la confianza absoluta a empezar a tener dudas, por más que intentaba animarme no lo conseguía, es un tramo de carrera de ida y vuelta en el que te vas cruzando con los corredores que ya vuelven y de verlos me estaba desanimando pensando en todo lo que me quedaba aún. A todo esto, había pasado por algún avituallamiento en el que a parte de las bebidas podías encontrar naranjas o plátanos y frutos secos, y no cogí por miedo al flato. Otro error, el pensamiento en ese momento no debe ser negativo, debía pensar en todo lo que ya había recorrido. Y no coger plátano? con la necesidad de sales y potasio que necesitaba mi cuerpo, en fin, que no sabía lo que se me venía encima.

Salgo de Av. Meridiana bastante tocado mentalmente. Mi ritmo es muy justo y empiezo a pensar que no conseguiré llegar en el tiempo deseado. Ahora el único objetivo es alcanzar los treinta km, en teoría es ahí donde me estarán esperando parte de los incondicionales que han venido a animarme. Necesito ver alguna cara conocida, necesito saber que no estoy solo. Sigo corriendo, ni por asomo es mi mejor ritmo, pero aún creo que me puedo recuperar, los pensamiento negativos y positivos se van alternando, hay metros buenos y otros pésimos, pero ahí estoy.

Alcanzo el km 25, y empiezan lo calambres, aún llevando las medias compresivas, los gemelos me empiezan ha avisar de que como no pare y estire me harán parar definitivamente. Paro y estiro, corro unos cinco minutos y vuelvo a parar, estiro, vuelta a la carga. Mi cabeza sólo me pide agua y un plátano. Y no veo ningún punto de avituallamiento. Es un infierno. Llego al km 28 y se implanta en mi cabeza un solo pensamiento. Si llego al km 30 y los veo, me paro y me marcho a casa. Me rindo.

Del km 28 al 30 es una guerra continua conmigo mismo, angelito y demonio. Tengo sed, debo comer algo, y las piernas me están matando. Me voy a rendir, lo pienso una  y otra vez, me voy a ir para casa sin el objetivo cumplido, la primera vez que lo voy ha hacer. Y busco alguna tabla de salvación para no hacerlo. y la encuentro al llegar al km 30 y no verlos, no están, no han venido. Y sigo corriendo, pienso en gente que conozco que ha terminado una Maratón y me digo que yo no puedo ser menos, que yo he de llegar, que aunque no sea en el tiempo marcado he de terminarla y poder decir " yo llegué a meta",

En el km 32 saco mi móvil y me hago una foto, cara desencajada, y se la mando a los supporters. Les digo que llevo siete km con rampas y calambres y que llegaré más tarde de lo previsto, pero que intentaré llegar. Sigo corriendo y parándome en según que trozos, ya he comido plátano y me he tomado un gel. Y parece que mejoro un poco pero la velocidad ya no es lo que era. Me da igual, no me preocupa, sólo pienso en llegar, en que las piernas me respeten y poder conseguirlo.

Ya estoy en Colón, es el km 40, y me acuerdo de una compañera de trabajo, Isa, que me dijo, "si llegas al cuarenta, ya lo tienes, aprieta los dientes y sigue", y eso hago. La carrera pasa por delante de casa de mis padres y mi objetivo más inmediato es llegar a ese punto. Y ahí están, aplaudiendo y animándome. Saco fuerzas de no se donde y me digo a mi mismo que ya lo tengo, ya no te pares más. Salgo a Av. Paralelo, ya sólo queda un kilómetro, el cual lo recorro entre un pasillo humano. Aplauden, gritan, dicen tu nombre como si fueras el primero, y así me siento, como si hubiera ganado, porque he ganado, porque se que he estado a punto de tirar la toalla y no lo he hecho. Voy a terminar.

A escasos doscientos metros de la meta, veo venir hacia mi corriendo a una personita con sudadera verde, como la camiseta de su Papá, me agarra de la mano, me mira, como diciéndome, tu tranquilo que yo te ayudo, frunce el ceño a modo de concentración y tira de mi, me lleva hasta la meta. Y la cruzamos juntos. Lo he conseguido, he llegado, soy maratoniano.

Quería terminar la maratón en tres horas y media y al final tardé media hora más. Hoy no me importa, con la cabeza fría pienso que no está nada mal para ser mi primera maratón, ya que podía no haberla terminado y eso se que no lo hubiera llevado nada bien. He repasado la carrera y he sacado muchas conclusiones, pero creo que con la que me quedo es que para el año próximo ya tengo una marca a batir, cuatro hora dos minutos. Corre corre!!!!

P.D.: Gracias a mis Padres, a mi hermano, a mi cuñada, a Albert Arias, a Daniel Nuñez, a Patri y a Joan por        

estar ahí animando y sufriendo, un detalle que no tiene precio.

viernes, 7 de marzo de 2014

Entrena, entrena, entrena.

Sé que he estado semanas sin aparecer por aquí. No mentiré, no tenía gran cosa que contar, o mejor dicho no encontraba la manera de plasmarlo. Sé que habrá mucha gente que no me leerá, también es algo que no me preocupa, esto lo hago para mi, y si de rebote lo lee alguien, le ayuda o simplemente le entretiene mejor.

Durante este mes y medio, que es lo que he estado sin escribir, lo único que he hecho ha sido correr correr correr. En total han sido unos 300 km los recorridos en este tiempo. Quizás no es mucho, pero ahora que lo he contado me parece una barbaridad y me siento extrañamente orgulloso. Si he de ser sincero cuando me plantee correr una maratón, que fue para el mes de octubre o noviembre, si que empecé a mirar planes de entreno y veía las tiradas largas y me entraba miedo, pero en estas últimas semanas, al salir a correr, lo hacia con la intención de hacer doce km y dejar el domingo para una tirada larga y así acostumbrar al cuerpo y la mente a estar un largo tiempo corriendo, pues bien, cuando me daba cuenta estaba en quince o dieciséis kilómetros y tan contento.

Sé que he dicho que no me gusta correr por la ciudad, y lo mantengo, pero el ser humano es asombroso  y cambia de opinión, me explico. No me gusta correr por la ciudad por varios motivos, gente a la que esquivar, semáforos, obras, tráfico, contaminación, lluvia, viento, frío, calor, etc... . Pero os planteo una situación, plántate en el gym, súbete a una cinta y corre veinte kilómetros viéndote en un espejo. Ya te lo digo ahora, te vuelves loco. (yo lo he intentado jajajaj). Así que no me ha quedado otra que salir a correr por Barcelona, y no hay mal que por bien no venga, esto me ha hecho darme cuenta de lo bonita que es mi ciudad, que ya lo sabía, pero corriendo la he visto de otra manera. He de decir que he tenido que aplicarme un truquillo para salir a correr, porque había días que sólo de pensar en los kilómetros que tenia que zamparme se me hacía un mundo, así que pensé en algo que me obligara a salir a correr, y ese truco ha sido el Instagram. Si, si, reíros, pero el truquillo funciona. Llegué a un acuerdo con mi yo interno que cada vez que saliera a correr tenía que hacerme una foto con un lugar emblemático de Barcelona, y así lo he ido haciendo, tanto ha sido así que  he llegado a salir a correr por hacerme la foto de rigor y colgarla. Una locura.

Y el próximo 16 de marzo, domingo es el día. Llega la Maratón de Barcelona. Hace cuatro meses me apunté con una mezcla entre ilusión e incertidumbre de si sería capaz de terminarla, ahora se que si no es por algún imprevisto, como podría ser una lesión, terminaré la carrera. Quizás no lo hago en el tiempo que tengo previsto, pero mi meta está en esos 42,195 km. No estoy nada nervioso, quizás antes de la salida si lo estaré, pero se que el trabajo está hecho, que estoy preparado y pase lo que pase lo disfrutaré seguro.

También me da mucha confianza el saber que tendré unos animadores esperándome en la meta, así que no les puedo defraudar después del tostón que les he dado y las horas que los he privado de hacer otras cosas durante estos meses, esta carrera también va por ellos.

Sólo me queda el último entrenamiento que lo haré este domingo, pero no sé cuantos km haré ni que ruta seguiré, sólo sé que serán unos kilómetros tranquilos y suaves, repito, la faena ya está hecha. La próxima semana no entrenaré, como mucho, algo de piscina o bicicleta para estirar y relajar piernas y poco más. Y por último, visita al masajista. Tengo hora el jueves con Albert (quiroterapiamanual, lo encontrareis en Facebook) para que me descargue un poco las piernas y me solucione un problema en la espalda con sus tiras májicas, y ya está.

Recordad, no hace falta que madruguéis el próximo domingo, pero si lo hacéis, bajad a la calle, veréis el poder de convocatoria que tienen esos 42.195 km y no os de verguenza el regalar unos aplausos a todos los que estaremos corriendo.




Una última cosa, yo siempre corro por la derecha. Corre corre!!!