martes, 8 de abril de 2014

Cursa de El Corte Ingles 2014

Lo hablaba el otro día con otros corredores, si no hubiera corrido nunca una carrera popular, y quisiera debutar en una, para conocer el ambiente de estas concentraciones, probarme a mi mismo si los entrenamientos dan sus frutos, sentir esa especie de competitividad con otros corredores, está claro que esta sería la peor carrera que podría escoger, es más, yo creo que una vez terminada la competición decidiría no participar en ninguna carrera más. Porque digo esto?, si es una de las más multitudinarias que hay en el territorio español, y gratis!!! que ya quedan pocas, pues precisamente por eso, por la cantidad de gente que se apunta y asiste, que se toma está carrera de diferente manera que otros, que me parece bien el que va a caminar y no a correr, de hecho esta calculada para poderla terminar caminando, pero sal desde tu salida, no te esperes en una esquina del recorrido y empieces a caminar cuando todo el mundo esta corriendo porque estas entorpeciendo el reto de otro. Hay que ser educado igual que tolerante.

Esto no quiere decir que todo sea malo, al contrario, Ole!!! por la organización, preparar una competición como esta no es nada fácil, y lo vuelvo a repetir, GRATIS, que cortar la ciudad vale dinero, tener unos voluntarios (aunque sean trabajadores de la empresa organizadora) también cuesta, los avituallamientos, bebidas, control de chip etc... todo esto es un gasto que no pagamos, que no hay guardarropía? ni duchas? ni camiseta ? y que más quieres si no has pagado un duro, pues no la hagas, quédate en tu casita.

Hay que saber a qué carreras se apunta uno y qué espíritu se intenta difundir, en ésta es que el deporte es derecho de todos y es nuestra obligación hacer uso de él, sea caminando o corriendo pero ya que tenemos esta oportunidad aprovechémosla.

Después de esta pequeña reflexión deciros que la carrera me gustó, aunque sabéis que no es de mis preferidas, supongo que por eso el resultado final me sorprendió más. Normalmente me suelo repasar el recorrido, contar cuantas curvas tiene, cuantas a  derecha, cuantas a izquierda, en que cajón salgo, cuántos me separan de los profesionales, no sé, fricadas mías, pero en esta carrera no, no miré nada hasta dos horas antes de la carrera. Fué entonces cuando me di cuenta que salía del segundo cajón y eso me gustó mucho aunque rápidamente pensé que seríamos muchos, que habrían juntado muchos tiempos para ahorrarse cajones, es normal.

Esta vez no tenia supporters, se quedaron en casa, no les insistí mucho para que vinieran, supongo que porque no me hacía mucha ilusión esta carrera. Quedé con mi hermano y a las nueve ya estábamos en la salida. Nos dimos ánimos, nos despedimos y cada uno a su cajón a esperar la salida. Mientras esperaba hice un repaso mental del recorrido, y me hice una pequeña estrategia, me sirve para tranquilizarme y a la vez me da confianza. Miré a los corredores de mi alrededor , siempre lo hago, y me pregunto si seré yo más rápido que ellos. Siempre te quedas con algún detalle de estos corredores, la camiseta de uno, las zapatillas de otro, las piernas de... en fin, referencias que luego si los ves en carrera, a mi me hace gracia, porque pienso mira el de la camiseta tal, el de las zapatillas X, que los tenia al lado.

Dieron el pistoletazo de salida y todos a correr. Como comentaba un poco más arriba, hay gente que, bien porque no saben como funciona esto, o bien porque se quieren ahorrar el salir con todo el bullicio, esperan en la esquina de Paseo de Gracia con Aragón, es en ese punto donde perdemos tiempo ya que tenemos que esquivar a estos maleducados que se ponen a caminar y entorpecen a los que vamos corriendo. Pasado este tramo regulas paso y respiración y a disfrutar. La calle Aragón no tubo ningún tipo de complicación, fue un tramo rápido, tan rápido que los bomberos de la calle Tarragona no estaban ni mojando a la gente que pasábamos. Llegando a Plza España el pelotón ya se había estirado y miré a mi alrededor, durante este trozo de carrera lo había corrido con la gente que me rodeaba en el cajón de salida, así que sin querer habíamos formado un grupo de 5 ó 6 personas. Nadie decía nada pero íbamos juntos.

Empezamos a subir la cuesta del pueblo español y en mi cabeza sólo oía una voz que me decía "acorta el paso y reduce la velocidad que ya lo recuperarás, no estás para hacer tiempo, estás para terminar. Y así lo hice, poco a poco llegué al primer avituallamiento, no me hizo falta agua, estaba bien, seguí corriendo, el grupo no se deshizo. Antes de llegar a la entrada del Estadio Olímpico hay una "subidita" que no parece dura pero que si no la conoces te doblega y hace que  tengas que parar. Yo la conocía y aún así me doblegó, y me paré, pero entonces uno de estos corredores del grupo de anónimos se giró y viendo que me paraba me dijo, "ahora no, que ya lo tenemos, venga tira" y tiré, no le pude dar las gracias, más tarde este grupo se desharía para cada uno alcanzar su objetivo fuera cual fuera.

La vuelta al Estadio es emocionante, y que lo abran para que te des una vuelta es de agradecer. Al salir del Olímpico sólo queda la última subida en la que está el otro avituallamiento del que tampoco hice uso, sólo pensaba en que llegaran las bajadas y recuperarme ya que iba un poco justo. Pasé por delante del Museo del deporte que era el inicio de  las bajadas, este fue el punto de  separación del grupo que habíamos creado espontáneamente. Pude ver como dos corredores aumentaban el ritmo y al poco ya los había perdido de vista, yo hice lo propio, una vez me recupere, empecé a subir el ritmo y llegué a la calle Floridablanca en un momento. Ya sólamente me quedaban los últimos kilómetros, miré el pulsómetro para ver a que velocidad iba porque me encontraba muy cómodo, y me sorprendió verla, muy por encima de lo normal, y creí que no era real, que se habían agotado las pilas. Seguí corriendo.

Ya estaba en la calle Pelayo, vi un cartel que ponía 300 metros, la meta estaba ahí mismo, el ultimo giro y una recta para terminar, cuando sucedió algo que le dío una pincelada de color a esta carrera. Por el rabillo del ojo veo un corredor de camiseta roja hacer un sprint inhumano y  que intenta adelantarme, no se que me pasó que dije no!!! en otro momento me hubiera dado igual, cada uno hace su carrera, pero hoy no, hoy tú no me ganas, y si lo haces te costará, y aceleré. Fue un tramo precioso en el que llegamos juntos a meta y al cruzarla nos chocamos la mano como compañeros. (Gané yo, jajajaja).

A la vez que crucé la meta paraba el crono pero no lo miré, caminando hacia el ultimo avituallamiento me iba recuperando y fue entonces cuando me sorprendí. Un tiempo espectacular, ni en mis mejores pensamientos o mis mejores estrategias hubiera pensado en conseguirlo, así que sin esperarlo me lo pasé en grande en una carrera en la que no tenía mucha confianza y además hice un tiempo que me dejó un muy buen sabor de boca.

Y este próximo domingo La cursa dels bombers!!!