lunes, 12 de mayo de 2014

Lo importante es participar.

Tengo muy presente, siendo niño, cuando participaba en alguna competición en el colegio o ya en equipos de fútbol, la mítica frase "lo importante es participar", y hasta hace poco no comprendí el gran significado de esta frase. Cuando eres pequeño, eres egoísta, de mayor hay gente que aún lo sigue siendo pero eres más consciente y te controlas, pero de pequeño cuando participas en algún deporte y eres competitivo como lo era yo, no te vale "lo importante es participar" te vale ganar y si puedes humillar mejor.

A medida que creces y te vas formando como persona esa frase te sigue acompañando, y lo hace cuando no ganas o no eres el primero, siempre tienes algún entrenador o formador que te la recuerda y se te queda en lo más profundo de tu ser. Pero realmente cada vez que la oyes, el primer pensamiento que te llega es el de "si claro lo importante es participar, pero me lo dices para consolarme, yo quiero participar y ganar". Recuerdo que en el  equipo de fútbol del colegio, eramos unos paquetes y los otros colegios siempre nos daban unos repasos de escándalo, y al final de temporada había la entrega de premios, pues nuestro equipo siempre se llevaba la copa a la deportividad, era como una humillación.

Os estaréis preguntando y todo este rollazo de la deportividad a que viene ahora? pues que al empezar a correr y participar en carreras, evidentemente uno es consciente que no ganará nunca ninguna, vamos, no creo que nadie lo pretenda,  pero no por eso dejas de participar, lo que te interesa realmente es hacer deporte, no ganar, y si al cruzar la meta consigues tu reto personal serás la persona más feliz del mundo y te sentirás lleno y realizado y si no lo consigues habrás formado parte de algo. Todo el esfuerzo realizado, ya no sólo deportivo si no familiar que conlleva el madrugar, el dejar de estar con la familia para irte a correr o en bici o irte a nadar de pronto cobrará sentido, y da igual que el que ha llegado primero a meta te haya sacado los minutos que sean, tu has participado e individualmente has ganado, te has ganado a ti y a tu cronómetro o has terminado esa carrera que te habías propuesto o simplemente no has llegado el último etc... 

Lo importante es participar, en lo que sea, porque si no participas, pierdes seguro, te estarás perdiendo algo seguro. No vale decir como no soy bueno, como no sirvo, como no voy a ganar, no lo hago, no me esfuerzo. Si no lo haces, no te esfuerzas, si no te marcas una meta, si no participas que sentido tiene todo? ninguno. Mirad el ejemplo más cercano que tengo es mi hermano. Él corre, como yo, pero tiene otras metas, le cuesta salir a entrenar, pero aún así lo hace de tanto en cuanto. No entrena tantos días como yo, pero su reto es otro. Y participa en carreras, y se esfuerza, y no se rinde si no consigue su reto. Él participa igual, sabe que si no lo hace nunca conseguirá su meta. Para mi es un campeón como el que gana las carreras.

Ayer, para mi toda esta temporada tomó sentido. Ayer todos los madrugones, todas las siestas perdidas, todos los dolores de piernas y de brazos, todos los apretones de dientes, todos los sacrificio realizados valieron la pena. Ayer conseguí bajar mi tiempo en una carrera de 10 km y me supo a gloria porque estuve a punto de no conseguirlo.

Siete de la mañana, Domingo, suena el despertador y me duelen los ojos, tengo turno de noche en el trabajo y el fin de semana he de cambiar el sueño para poder ajustarme al horario de mi familia. Estirado en la cama hago balance de si me levanto o no, sé que si no lo hago me arrepentiré, a parte, hoy es el día marcado en mi temporada para bajar mi marca en una carrera de diez, no me lo puedo perder, he trabajado mucho para esta carrera. Total que me levanto, tomo café y un par de tostadas con miel  y me recoge mi hermano para ir juntos al metro hacía la carrera. Ésta empieza en Palau Reyal y termina en el Forum, siendo un recorrido recto por toda la Diagonal, no hay prácticamente giros y si una leve inclinación lo que ayuda a ganar un pelín de velocidad. Si no hay viento en contra todo pinta que se puede conseguir una buena marca.

Nos han dividido en cuatro cajones según el tiempo que tienes y a mi me ha tocado el segundo, a primera vista me da la sensación que no somos muchos, luego me entero que hay ocho mil inscritos, pocos para ser una carrera en Barcelona, pero supongo que el horario ha frenado a muchos. Son las ocho y media y el spiker comienza la cuenta atrás. Hago mentalmente el recorrido de la carrera, pienso en la estrategia, la tengo. Corre, corre, corre todo lo que puedas!!!. Dan la salida y veo a las liebres que llevan la banderola de 40'. Los paso y de pronto cambio la estrategia. Si logro mantener a las liebres a mi espalda hasta el km 8 seguramente bajaré mi marca.

La verdad que es una gozada correr por el central de la Av. Diagonal, somos pocos, vamos anchos y me noto cómodo, me siento eufórico e intento controlarme porque no quiero quedarme sin fuerzas para el final. Los kilómetros van pasando y la carrera se me está haciendo corta. No quiero mirar a cuanto voy por km, no  quiero agobiarme, pero creo que voy bien. Llegamos a Plza de las Glorias, y hay un pequeño zig zag para evitar las obras, sigo rápido, pero si que es verdad que me empiezo a notar las piernas cansadas. Y antes de llegar al km seis llega, creo yo, el momento clave de la carrera, las liebres que durante toda la carrera he mantenido a ralla hacen un cambio de ritmo y me pasan, no es el km que yo tenia planeado aun quedaban dos. Me hundo.

Me quedé sin aire, de pronto noté un cansancio sobrehumano en todo mi cuerpo. Intentaba mantener el ritmo que habían impuesto las liebres y no era capaz, notaba como mi meta se me escapaba entre los dedos. Y mi cabeza me dijo, párate!!!. Y en mi mente apareció esa bocecilla y me dijo, lo importante es participar y disfrutar, sosiégate. Los cojones! lo importante es participar, aprieta los dientes y sigue corriendo. Y así lo hice, comencé a correr otra vez, las liebres las debía tener a 40 segundos por delante y ya no paré. Mi estrategia había cambiado, intentar que no se me distanciaran más.

Llegué al último km con gran incertidumbre, no sabía a cuanto iba, no sabia cuanto tiempo llevaba, todo para no someterme a más agobio y tener engañada a mi mente mientras corría. Pero faltando quinientos metros ya no pude más y miré mi crono, marcaba 39 minutos y muchos segundos. Podía haber hecho un super sprint y haber hecho mucha mejor marca de la que hice, pero os seré sincero, llegué a meta con las fuerzas justas, pasando por el arco de meta en menos de 42 minutos que era mi objetivo. Y muy contento. Contento ya no sólo por el tiempo realizado, si no por todo el sufrimiento al que había sometido a mi cuerpo en los últimos cuatro km y lo bien que había respondido.

Por si fuera poca la recompensa de haber conseguido una buena marca tuve el gran placer de poder hablar con un super campeón del atletismo como Chema Martínez y hacerme una foto con él. Y me da igual que el que ganara me sacara diez minutos, yo sé que me esforcé, que realmente di todo lo que pude, y si, sufrí, pero dicen que se le da más valor a las cosas cuando te cuestan y en ese aspecto a mi me costó muchísimo. Lo importante es participar, si, pero que bien sienta una victoria.

Corre corre!!!

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